D R A M A

Clase a cargo del profesor Felix. Partimos hablando del origen del teatro: Las liturgias que se hacían en honor al dios Dionisio. ¿Haremos teatro? No, haremos drama. Sacaremos a flote emociones profundas vinculadas a experiencias más personales.
El curso consta de 70 integrantes, demasiada gente. Una vez más seremos separados en 3 grupos. Serán 3 clases de drama. Cada grupo tendrá su protagonismo en alguna de las clases.

1ra clase, instrucciones previas: Traer mucho diario.
                          
Formo parte de este primer grupo. El profesor nos pide sentarnos en un ovalo, con todos nuestros compañeros de los otros grupos sentados alrededor nuestro. En el medio, todos los diarios que habíamos recolectado entre todos, cinta adhesiva y otros materiales. Se nos pide pensar en una persona que sea muy importante para nosotros, que nos halla marcada o que represente una parte muy importante de nuestras vidas.  Mi primer pensamiento me conduce hacia una persona que fue, es y será siempre importante en mi vida, que me enseñó muchas cosas y posee la cualidad de contener en sí misma el amor y respeto que poseo por todo mi núcleo familiar. Sin embargo, hubo una palabra de la instrucción que me hizo cambiar de atención y derivar hacia otra persona: “alguien que nos haya marcado”.  Eso puedo pensarlo en dos segundos.
Una vez elegida la persona, construir un objeto con los materiales disponibles (diario y scotch) que represente a la persona. Escoger a la persona no me parece tan difícil, pero representarla teniendo en cuenta que es alguien muy importante en nuestras vidas, que nos ha marcado, por la cual lógicamente sentimos mucho amor y respeto… Uff, ¡difícil!
Luego de meditarlo un poco, encuentro el objeto perfecto. Mis compañeros parecen haberlo encontrado también y todos trabajamos afanados. Algunos objetos quedaron muy bellos y con muchos detalles, otros más simples y rústicos como el mío.
El objetivo de construir este objeto es contarle a nuestros compañeros en qué consiste, qué relación tiene con la persona que tenemos en mente y por qué esta es tan importante en nuestras vidas.
Dar detalles sobre este momento sería vulnerar la privacidad y confianza que quienes hablan depositan en el resto del grupo. Lo que sí me gustaría comentar es lo bonito de este tipo de dinámicas por múltiples razones; Al escuchar las historias del resto una serie de pensamientos y, más aún, sentimientos van aflorando poco a poco. Gracias a estos momentos es posible entender a veces ciertos comportamientos o actitudes del resto, también nos da pie a pensar que “no todo es tan terrible”, siempre hay alguien que tiene una historia peor que contar y que ha sabido salir delante de una manera que causa admiración. Pero, sobre todo, lo que me parece más bonito es la confianza que se genera, el como estas prácticas aportan a la unión del grupo, al apoyo, a la complicidad y al sentirnos cada vez más unidos y pertenecientes. Puede que no nos conozcamos mucho, pero durante ese momento somos una especie de familia, que se emociona en conjunto, que ríe en conjunto, que se apoya mutuamente. Y aunque sea difícil hablar de aquellas cosas que tenemos más guardadas en nuestro interior, por sensaciones como estas es que vale la pena abrirse, no tener miedo y confiar en que los demás sabrán valorar y responder a esa confianza.
Es así como se van formando los vínculos más especiales y bellos.
 


 
 

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